Sentarme a escribir es habitar un mundo infinito.
Me cuesta creer en todo lo que no puede ser habitado
Lo puedo entender muy claro,
mi cerebro se lleva bien con los códigos exactos.
Sin embargo,
¿a dónde está la fe en aquello que no oculta un misterio?
La metáfora de lo absurdo hace complejo a un pensamiento,
Y por eso mi constante paradoja de querer entender más aún
De aquello en lo que no creo
-¿se entiende que solx me hago pisar el palito que antes escondí,
para sentir qué se siente caer en la trampa?-
Habitarme en la penumbra es conocer a mi sombra,
pero cuando prendo una vela…
De repente la luz me enseñó tu silueta
y pude verte
Entonces supe que eras real
y ya no necesité más que habitar un recuerdo
para saber que estabas ahí.
Creo en que somos parte del universo
-multiversos infinitos-
Es que cuando comprendí que existe el universo fue por ver el reflejo
de unos ojos perdidos en las estrellas
Más que perdidos, se habían encontrado con luces lejanas
A mí (sin anteojos) me cuesta ver de lejos
Pero si soy buena viendo lo inmediato
Puedo estar largos lapsos apreciando nuevos detalles de lo mismo
Ese algo que, visto desde lejos, parece conocido
Supe así entender lo enterrada que estaba mi visión
Yo criada con los pies en la tierra
Yo embarrada de pies a cabeza
Hundida en este hueco húmedo y profundo
¿Como podría yo imaginar el cielo sin saber de su azul?
Para mi una nube es humedad condensada
Agua en mi piel
Yo aprendí a sentirme agua por cada vez que mi cuerpo perdió calor,
por eso prendo una fogata
cada vez que me siento ahogada en su marea intangible
Sin embargo, tu mirada
vos las ves tan alto que imaginas densidades de algodón en su tacto
te veo enamorarte de ellas cada vez que las imaginas cerca
Hay algo en tus ojos,
me hace ver que quizá
hay algo que no logré
ver con los míos
No pude entender la astrología hasta que me enseñaron tus palabras
En una mirada me llevaste a conocer los astros,
de a poco fui entendiendo la forma de lo exacto
sin necesidad de tantos números y coordenadas
Tiré todos mis mapas viejos en aquel fueguito que hicimos
Agarré una hoja en blanco y empecé de nuevo