• 03/05/2024 15:20

Múltiples Existencias: ¿Quién es el monstruo? – de Manuel Díaz

Primera pregunta: ¿el monstruo sabe que es un monstruo? En las historias, los malos encuentran pretextos para sus acciones y no dudan que lo que hacen es lo que deben hacer. A cambio, el que fue juzgado culpable en la vida real deberá admitir que su accionar fue malo, doblegado por el peso de la ley y la moral, aceptados y transmitidos por una mayoría convencida, que no acepta ni quiere escuchar los motivos del monstruo. Hizo “el mal”, entonces “es malo”.
La historia de nuestro mundo fue escrita por personas buenas, obviamente. Escribieron que nosotros somos los buenos, ¡afortunadamente! Si no fuera así, significaría que nuestro mundo fuese malo y que nosotros – en la mayoría que habla y define la moral – fuésemos malos también. Pero me pregunto – y esa sería la segunda pregunta -: si todos nosotros fuéramos malos, si la humanidad fuera mala, si todas las victorias que construyeron nuestra civilización se hubiesen imaginado y diseñado en los más oscuros pasillos, estimulados por la envidia, la codicia y el ego, si nuestros paradigmas fueran frutos de la maldad más pura que reside en nuestras almas, ¿seríamos capaces de verlo? ¿Y admitirlo? ¿Decirlo en voz alta y mirarnos en el espejo del ojo del otro sin bajar la vista?
Tercera pregunta. En una pelea siempre se oponen ideas opuestas. Cada uno defiende su visión como la mejor, la única opción válida, la que alberga la verdad indiscutible. El otro está equivocado, es malo, tiene la desgracia de no haber entendido bien la cuestión, o, peor, es malintencionado (solo él…), o solamente nos quiere vencer porque sí. Ahí la pregunta sería: en el fondo, ¿cuál de los dos tiene razón? ¿Puede tener razón uno y el otro no? ¿No pueden tener razón los dos, o estar equivocado los dos? ¿Entonces porque pelean? ¿Con que derecho uno puede pretender tener la razón y que el otro esté equivocado? ¿El otro, acaso, no pensará lo mismo?