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Reflexiones entre equívocas y univocas: ¿Razón? por Juan Oviedo

Dic 13, 2023

No piense en “solución” compadre, pues quien así piensa no tiene muy claro de ¡que se trata!, el voto a Milei no es porque él fuere solución de algo, porque se trata de un voto “condena”, no es voto de salvación ni de esperanza, sino de una profunda crueldad y consista en que los “otros” -vivan, sepan y experimenten- lo que hemos vivido “nosotros”, en las mazmorras de la impiedad que el desatino provoca, por el cual “ustedes” no serán escuchados e invisibilizados, no tendrán identidad ante el operar del endiosado electo presidente.

Valerse del Estado para destruir al Estado que incluye a sus habitantes es la colectiva destrucción de los que “sobran”, y si votamos así es porque el velo de la ilusión de lo partidario para nosotros, ya dejo de significar, es¡nada!, cero esperanzas, ninguna quimera, ¡basta! de tornar significativo el “propio ombligo” de consignas metafísicas como justicia, igualdad, solidaridad pero de ineficiente operar, algo que nos tiene harto y nos aburre, lo que podemos sintetizar con el ¡hasta cuando catilinas!

Mire compadre, ¡no hay solución ni posibilidad!, es la nueva mirada a este país, “infantilmente” seguidor de las banderas que la esperanza partidaria posiciona, permitió el desembarco de un Menem, un Kirchner y un Fernández, pero ellos no lograron en concreto -¡nada!-, precedidos por el ineficiente Alfonsín, seguido por el asesino de La Rúa, y el cínico de Macri, ellos son los “victimarios” de sus víctimas, los -esperanzados-.

El dato social es irrefutable, la pobreza pendulando entre un 25 a un 44 %, señala, confirma, determina, esa” incapacidad” que hace cuarenta años viene ¡provocando esperanzas!, lo que sencillamente corrobore la sentencia del ¡no hay solución! compadre.

Un trasfondo que se repite durante 40 años e iniciado con los pobres, después, la marginación y, por último, incivilizados por ser algo cotidiano, ellos son los hijos de la no esperanza, que fueron naciendo y creciendo en el nihilismo de lo partidario, ellos no son cartoneros ni piqueteros, no hacen paro, no movilizan, estos pertenecen a la carencia institucionalizada y utilizada por los “astutos” de turno, los otros, los hijos de la no esperanza son definidos como narcos e ilegalidad, falsificadores y contrabandistas, he aquí la ¡nueva realidad!, y es la que se impone por tener como clientes a políticos, fuerzas de
seguridad, funcionarios, poder ejecutivo etc.

No hay ley, no hay piedad, no hay clemencia, no hay amistad, no hay embuste porque, ahí, ¡quien las hace la paga!, la ley del Talión, ahora, los votos a Milei son los votos de los hijos incubados en el dolor, la decepción, del arrepentimiento por la credulidad a lo partidario y la propia decepción por sus autoconciencias, he aquí a las condiciones del emerger del voto que no soluciona ni pone esperanza, ni genere ilusión alguna, de la no racionalidad, la no positividad y la morada de lo azaroso, -vivid la miseria dolorosa colectivizada- algo que nosotros hoy ¡os damos!, y Marx supo señalar “Miseria material lleva a las otras miserias”.

Las razones del voto a Milei, se halla en el fondo oscuro del hartazgo a toda -esperanza y solución-, por ello la presente cloaca.


Juan Oviedo