• 20/05/2024 14:31

Ojo por Ojo

Ene 23, 2024

¿Cómo reaccionas frente a las personas cuando tenés un problema?

¿Cuál es el mensaje o justificativo que te das a vos mismo para reaccionar así?

¿Dónde crees que va a terminar la cosa?

Eso que haces vos ¿Te hace mejor persona o actúas de la misma manera siempre?

En los momentos en que estamos enojados, no nos preguntamos estas cosas. Solo reaccionamos. Y hace mucho tiempo atrás, yo buscaba resolver las cosas ignorando a los demás, tratando de herir con lo que decía o creyendo que, si hay una ley Divina, ella se iba a encargar de los actos de esa persona contra mí.

Pero ¿sabés qué paso? Nada. Si, nada cambió. Me seguía sintiendo igual, me seguían pasando situaciones parecidas, sobre todo que me enojaban, pero no podía expresar mi enojo. No tenía conocimiento de todo lo que se ahora de las emociones y cómo operan en nosotros. Jamás pensé que se puede vivir mejor, que me podía conocer a través de ellas.

Una frase que leí o escuchaba mucho decía “No sos lo que sentís”. En mi cabeza era imposible eso. Porque se sentía tan real en todo mi cuerpo que era una locura pensar que no era verdad lo que me pasaba.

Pero lo que me empecé a cuestionar de mi misma era, ¿por qué yo siento esto y a las otras personas no les pasa nada? ¿Por qué a mí me molesta y a los demás no? Ahí comencé a darme cuenta, que había algo en mí. Las respuestas estaban en mí y no fuera de mí.

Las emociones son un recurso que tenemos los humanos, para adaptarnos al medio o situación. Ellas nos dan información para que podamos resolver las cosas de una manera acorde a nuestro nivel de conciencia. Esto se refiere, que según cuanto nos conocemos como seres humanos, como fue nuestra crianza, que escuchamos en los lugares donde habitamos generalmente, es de esa manera cómo vas a reaccionar, porque eso es lo conocido y para vos, ese es el modo correcto.

Me gusta contar historias para que se pueda comprender mejor el tema. Como sabrán, hoy en día hay fútbol femenino, gracias a Dios y por la iniciativa de muchas mujeres, ellas también pueden disfrutar de este deporte. A mí me encanta el fútbol, lo heredé de mi papá, no fanática, pero miro un partido tranqui.

Tengo muchas alumnas que juegan al fútbol. Un día, dos de ellas me invitaron para que las vaya a ver jugar. La verdad que hacía mucho tiempo que no iba a la cancha, las últimas veces era cuando mi hijo jugaba y ya en ese entonces no era muy agradable escuchar a los padres exigir a sus hijos y menospreciar al equipo contrario.

Cuando llego a la cancha, era un clima tranquilo, todos haciendo lo suyo con la cantina, buscando el mejor lugar para ver el partido, etc. A penas empezó el partido, comencé a darme cuenta que las personas se iban transformando, comenzaban a decir palabrotas, insultos, se notaba que estaban nerviosas, ansiosas, enojadas, etc. Si fuiste a la cancha alguna vez, sabes de lo que te hablo.

Estoy segura que esas personas, no se dan cuenta de que pueden mejorar su actitud y disfrutar del deporte. Los que fuimos deportistas (yo jugué muchos años al vóley, hoy en día sigo haciendo actividades físicas), sabemos que a veces se gana y a veces se pierde. No siempre podemos ganar, como dice la frase “a veces se gana y otras se aprende”. Aprender de nuestros errores.

Como les decía, eso que sentimos es tan real que no lo cuestionamos. Pero de ¿dónde viene? ¿por qué me pongo así? ¿podré disfrutar de otra manera el futbol?, por citar un ejemplo.

Seguramente, en su entorno y sucede en la mayoría de los hogares, las cosas se resuelven así, a los gritos, yéndome dando portazos por que la situación me supera, me alejo y rompo relaciones porque creo que yo tengo razón y no estoy dispuesto a ceder, tal vez, en la cancha, también es el único lugar donde me permiten decir en voz alta toda la “mierda” o enojo que tengo dentro, y eso nos libera, aunque sea un rato.

En estos casos, el bienestar es efímero, dura muy poco, porque no ahondamos en lo que nos pasa.

Muchas veces ese enojo viene de tantas restricciones, tantos deberías ser o comportarme de una manera y que no respeten mis decisiones, de tener en cuenta a los demás y no a nosotros mismos, pero eso viene de nuestro interior. De no tener la valentía de ser quienes queremos ser.

Aquí comienza el desafío de cada persona en conocerse. Saber cuáles son las cosas que me molestan del afuera, que no es más que un reflejo de lo que tengo guardado en mi interior.

En muchas ocasiones nos enojamos con lo que sucede afuera, pero es gracias a esas situaciones, donde vamos dándonos cuenta que hay algo que debo trabajar en mi interior. Sin esas personas o situaciones incómodas, no logramos evolucionar como seres humanos.

Por otro lado, sin reconocer nuestros errores, defectos o que nos equivocamos, jamás aprenderemos y mejoraremos en nuestras relaciones.

En mi proceso de autoconocimiento, el mayor desafío fue eso, reconocer que estaba equivocada, que soy imperfecta y que cometo errores. Y al descubrir, que, si tomo de otra manera estos aspectos míos, puedo sacar lo mejor de mí, conocer una faceta nueva como ser, hacerme responsable de mis acciones, pedir perdón o disculpas, aprender de mis errores, etc. Detrás de ese lado, que la mayoría de las personas no quieren o no saben ver, hay un mundo de posibilidades de SER una mejor persona. Más humilde, menos reactiva, menos violenta, y que a su vez, se va convirtiendo de manera indirecta, en un modelo a seguir. Demostrando que hay otras maneras de vivir.

“Mediante tu regalo de libertad, te liberas tú”. Enric Corbera

Voy a citar un fragmento del libro “YO soy tu” de Enric Corbera.

Venimos a este mundo con programas aprendidos, con identificaciones creadas que compartimos con todos. Y como somos muchos- por no decir todos- los que nos vemos sometidos a esta experiencia, creemos que nuestras verdades son eso, verdad.

Cuando uno llega a un estado de comprensión, no hace falta preguntar nada, porque sencillamente no sabrá contestar. Es un estado que lleva a la acción, un hacer sin hacer, pues no es una voluntad separada la que hace, sino una fuerza que actúa a través de uno. Las cosas, los eventos, las experiencias simplemente suceden para ser vistas, integradas, comprendidas y después soltadas. (pág 71)

La interpretación que hago de éste texto es que, tu verdad o tu forma de ver las cosas es tuya, es cierto, pero solo para vos. Los demás ven y perciben las cosas de diferente manera. Entonces, nuestro desafío es justamente poder comprender al que ve distinto o vive distinto, porque para esa persona es lo correcto. No podemos hacer que el afuera cambie y se adapte a nuestra manera de pensar y ver las cosas. Somos nosotros los que debemos buscar la forma de no sentirnos mal o reaccionar con el afuera.

Como dice el texto, dentro de cada uno de nosotros hay una fuerza que no sabemos que está, la desconocemos y va saliendo a la luz y nos encontramos con ella a medida que nos vamos conociendo y especialmente, en esos aspectos que no queremos ver y reconocer que los tenemos. Y lo hacemos con la ayuda de las personas que nos rodean, es como que ellas tienen un espejo en la mano donde te están mostrando ese lado oculto en vos.

Entonces, antes de seguir peleando, tal vez tenemos que agradecer a esas personas porque nos están ayudando a mirarnos y ver que hay en nuestro interior. Te aseguro que cuando comiences a hacer esto, tu mundo y tu vida van a cambiar, cuando comprendemos las cosas, nunca más vemos la realidad de la misma manera, no somos responsables de modificar el exterior, lo único que está en nuestras manos y tenemos el control es de lo que sucede en nuestro interior y somos los únicos responsable de tomar acciones y decisiones.

Las cosas, los eventos, las experiencias simplemente suceden para ser vistas, integradas, comprendidas y después soltadas. (pág 71)

¿Qué tengo que ver de esta situación?

Si me pongo en el lugar de la otra persona ¿qué veo de mí? ¿qué me está mostrando?

¿Qué puedo hacer de distinto esta vez?

¿Cómo puedo sentirme mejor?

¿Cuál sería la mejor forma de resolver la situación que nos beneficie a ambas personas?

En caso de que sea una situación, ej: la economía, ¿qué cosa tengo y puedo agradecer?

En conclusión, todo lo que nos sucede es para aprender a ser mejores personas, sacar lo mejor de nosotros, vivir de una manera diferente y eso va a ser posible en la medida en que cada uno busque resolver su enojo, miedos, angustias internas. Si vemos las cosas desde este punto de vista, que los demás nos ayudan a conocernos y sacar lo mejor de nosotros, vas a seguir con el ¿ojo por ojo?

Muchas veces ese dolor que sentimos, es la pelea interna entre lo que estamos acostumbrados (reacciones y formas de pensar) y esa luz que quiere brillar, eso que somos todos en realidad, que está dentro de cada persona. Por eso te sentís mal, te alejaste de tu verdadera identidad, porque seguís haciendo lo mismo, sosteniendo tus creencias por miedo o la comodidad de buscar otras formas de vida.

En la medida que cada persona trabaje sus dolores internos, el mundo exterior irá cambiando. Es trabajando de adentro hacia afuera que cambian las cosas y no al revés.

“El poder cambia lo interno influyendo en todos. Se irradia y se comparte.” Enric Corbera.

Paula Vera (Coach ontológico-Docente) INST: @sentir_ok