• 26/04/2024 14:36

Celular y DNI: para saber quien sos y qué podés hacer

Con la aparición de la pandemia, la tecnología digital tuvo su auge. Es que más allá de los perjuicios ocasionados por el virus del COVID 19, la cercanía y los cuidados en cuanto a restricciones dirigieron a la humanidad a un contacto mayormente digital.

Los celulares, los i-phones, las nootbooks, netbooks y demás tecnologías de comunicación pasaron a ser vitales.

El ciudadano que no tenía acceso a ello estaba fuera del mundo. Corrijo, el que no tiene acceso, porque esta modalidad vino para quedarse. A partir de este hecho, desde las grandes corporaciones telefónicas, de salud, el propio ESTADO, sostuvieron este contacto digital o aún más, lo fortaleció.

Al principio de la pandemia, se hizo normal para poder transitar-para hacer las compras o actividad esencial cualquiera- el notificar de este hecho al gobierno a través de una App gubernamental (en Misiones: Misiones salud) en otras jurisdicciones Mi Argentina, etc, etc. Luego, pedir turnos bancarios a través de la App (o aplicación)-todas bajadas a un celular. Posteriormente, pedir turno en Anses (la vida y muerte del ser humano argentino pasa por allí), para lo cual también había que bajar una app.

Y así seguimos…. ¿Te preguntaste cuántas aplicaciones externas tiene tu celular?:

Mi argentina, Google maps, Banco (El que fuera) online o también llamado home banking, redes sociales, obras sociales, Pami, Anses, meet o zoom, misiones salud, etc etc, hasta llegar ahora al transporte urbano de pasajeros o “servicios urbanos” que exige a los estudiantes o sus padres, tramitar el pasaje gratuito a través de… una nueva Aplicación más!.

La cuestión de fondo es: Cuántas personas tienen un celular con sistema android con capacidad o tecnología disponible para tanto? O peor aún…cuantos celulares hay en una familia de recursos humildes que NECESITA esas aplicaciones para gestionar su vida?

Un aparato de características acordes a estas necesidades no disminuye de 75 mil pesos. Sin embargo, el estado y las compañías casi no reparan en esta cuestión.

Está muy bueno aggiornarse (adecuarse) y casi que no hay oposición en ello. Avanzar con desarrollo, es sinónimo de una sociedad que crece. Pero esto debiera ir acompañado de posibilidades de hacerlo. Caso contrario, la brecha de la desigualdad se profundiza.