La última construcción de viviendas de emergencia por parte de la organización solidaria Techo Oberá, tuvo excelentes alcances. Además de la participación de otros sectores de la ciudad, los jóvenes llegaron a las 200 viviendas en la ciudad. Fueron los pasados días 9, 10 y 11 de noviembre. «Se llegaron a las 200 casas de emergencia en Oberá. Fue muy emotivo porque empezamos a trabajar en un cuarto barrio, así que ya son cuatro barrios en los que estamos trabajando» manifestó la coordinadora de la construcción, Karen Gambini.
«El balance es muy positivo. Seis viviendas en San José, tres en Christen y siete primeras viviendas en Barrio Nuevo del Km 0. Además empezamos a construir las viviendas semillas que son unas rediseñadas siempre pensando en las mejoras para las familias de los asentamientos» explicó.
A los numerosos voluntarios se sumaron más personas a la particular tarea. «También tuvimos mucho involucramiento de otros actores de la comunidad, empresas, grupos de amigos, fue una linda participación, no solo voluntarios. También participaron voluntarios de Paraguay y Brasil, para nosotros fue muy reconfortante» reconoció la joven.
La organización, con el trabajo sostenido, serio y responsable, se ganó un lugar en la comuna. «Luego de seis años de trabajo en Oberá, los resultados están a la vista, se está logrando más cosas y ya no estamos tan solos. Fueron muchas personas construyendo, compartiendo con las familias, estamos muy felices. La gente colabora y todo lo que recaudamos se destina a las construcciones» resaltó.
Las familias no son casualmente son beneficiadas con las viviendas, hay una tarea previa de los jóvenes durante varios meses. Por otro lado participan de la construcción y abonan una parte del costo. «Se trata de familias que quieren salir adelante. Vecinos que conforman las mesas de trabajo y siempre están proponiendo y haciendo algo por el barrio» comentó al respecto la coordinadora.
Para quienes participaron por primera vez, se trató de una experiencia muy movilizante. «Vivirlo te cambia la manera de pensar. Encontrarnos con personas que tienen muchas necesidades, no cuentan con los servicios básicos, viven con sus derechos vulnerados» coincidió Gambini.
Se terminaron las 16 viviendas que estaban programadas. «Luego hay un seguimiento, para ver si hay algo que mejorar, como quedó todo. Fue la última construcción en el año. Pero tenemos igual muchas actividades, además de proyectar el próximo año. Techo trabaja todo el año, hay muchos trabajos en conjunto con el barrio que va más allá de mejorar la calidad de las viviendas» destacó la joven.