El Hogar Santa Teresa, como los otros dos que son de la misma Fundación Hayes, se mantienen gracias al aporte, en parte del estado pero mayormente de la comunidad, que entiende es importante el resguardo y contención de personas con discapacidad motriz y ancianos. Responsables solicitan que siga llegando la misma, para seguir atendiéndolos
«Como todos, las instituciones pasamos momentos difíciles, dependemos de la ayuda de los demás, muchas veces gente que nos visita trae productos alimenticios o dinero, pero desde marzo está restringido todo y no es la generalidad de las personas las que utilizan redes sociales, eso nos perjudicó más aún», dijo José Jacubow, responsable de los Hogares de la Fundación Guillermo Hayes.
Ssostuvo que «desde la provincia nos ayudan mensualmente y estamos agradecidos por eso, atendemos 72 personas en todos los hogares y no alcanza. Existe una restricción absoluta de personas que no sean los trabajadores directos, los cuidadores que también podemos contaminar por lo que hay un protocolo estricto que debemos respetar, ya que los internos viven de cuarentena».
Indicó que todos los elementos de higiene y prevención «también cuestan, no estamos holgados, nos manejamos con las necesidades diarias y apuntamos a eso, por suerte los que nos ayudan siguen en su idea de hacerlo, pero siempre es necesario más, pues los internos no tienen un sustento biológico propio y debemos cuidarlos más, son personas inmunodeprimidos altos y eso requiere más cuidados y alimentos y elementos que aumenten sus defensas», explicó.
Dijo que «hay gente que nos pagan mercaderías en un lugar determinado o depositan en tal farmacia algún dinero para que podamos sacar la medicación allí, todo ayuda, ya que los precios subieron en todos los rubros y hay que afrontarlo», mencionó Jacubow.
Los Hogares son tres y comprenden a personas discapacitadas con problemas motrices y adultos mayores sin familias o abandonados por ellas.