• 28/04/2024 01:03

Múltiples Existencias: Fragmento (por Claudia Queiroz)

May 1, 2022

De pronto tuve la certeza que era abril, sin saber cómo, porque el tiempo se había reducido a un rectángulo blanco donde se me extraviaban las fechas, sin ventanas, ni puertas, sin embargo, una canción había empezado a alborotarme la cabeza, me devolvió ilusión de calendario y aunque no tuviera fuerzas ni para levantar un brazo, lo que quedaba a salvo de mí, trepó al carrusel que andaba girando por la franja angosta de un long play, suplicando, alguna referencia. Los acordes de guitarra me acariciaron el pecho, una voz melódica cantó eipril, me trajo abril.

Come she will, seguía el canto, nunca lo había traducido, cuando escuché la canción por primera vez no sabía inglés, lo aprendí mucho más tarde, cuando ya no había discos de vinilo, y aún cuando hubiera aprendido, a mi memoria no se le había ocurrido separar la letra de la música, era tan innecesario como saber de motores para manejar un auto, o de turbinas, para mirar las nubes desde arriba, espiando por la ventanilla de un aeroplano.

Me dije que los alcances de una guitarra son de interpretación libre y mi libertad había plantado allí un principio de otoño. Aunque donde hablan inglés, april, fuera primavera, mi otoño de long play regresaba perenne, inmutable, sobrevolando con sus hojas amarillas la habitación blanca, el rectángulo de vida que me quedaba.

April, come se will. Abril vendrá con ella, traduje a duras penas, vendrá conmigo el otoño, libre, acariciándome el pecho con una guitarra.