• 05/10/2024 12:53

Las consecuencias de nuestras decisiones

Sep 4, 2024

¿Te hacés responsable de las decisiones que tomas o culpas a otros por haberlas tomado?

¿Quién dirige tu vida?

¿Sabés lo que querés para tu vida?

¿Cómo la querés vivir?

¿Sabés que sos soberano/a y que podés decidir por vos mismo/a?

Felíz de volver a escribir para ustedes. Después un tiempo de introspección necesaria en mi vida para ordenar algunas cuestiones. Eso nunca termina, pero por lo menos sé que quiero seguir compartiendo lo que siento con ustedes.

El tema de hoy, es clave para comenzar el camino del autoconocimiento. Tomar consciencia de mi responsabilidad en la vida que tengo, fue un quiebre importante y sumamente desafiante para mí. Cuando empecé éste camino, no tenía idea toooodo lo que me esperaba pasar y sobre todo sentir.

Me tiré a la pileta como dice la frase. No hay guion ni libreto, no hay a quién seguir, no hay una receta, no hay un plan…bueno esto último es lo que más me costó entender.

Comencé a dar manotazos de ahogada. Empecé la búsqueda de mi verdad, de lo que quiero para mi vida. Bueno, en ese momento no tenía nada en claro, solo hacía para ver si llenaba el vacío que sentía. Leía mucho, seguía a personas que hablaban de las emociones, hice cursos y terapias alternativas de todo tipo y gracias a todo lo que hice, fui entendiendo lo que me pasaba, sobre todo, que somos la mayoría de las personas las que atravesamos de alguna manera éste camino. Entendí que no estoy separada del TODO, -naturaleza, animales, las personas, galaxias, etc.-.

Recuerdo que hubo en momento en que mi cabeza me dijo BASTA!!. Ya no podía leer, ni escuchar más nada, por más que lo intentara, no conseguía captar el aprendizaje o ver el mensaje. Son esos momentos incómodos donde la vida te dice, comenzá a SENTIR lo que te pasa.

Por un montón de razones, siempre fui una persona racional, en mi cabeza armaba y planeaba todos los escenarios posibles y hasta cierto tiempo funcionó, la pasaba relativamente bien.

Pero como les dije en varias notas, vamos evolucionando como humanidad. Las cosas no pueden seguir igual, esos conflictos o desafíos vienen a incomodarnos para que hagamos algo diferente. Y eso implica nuevos hábitos y costumbres que solo llegan cuando los pones en práctica a diario.

Hubo un momento de mi vida, luego de mi divorcio, en que no podía parar mi cabeza, pero tampoco podía cargarla con nada, ni música, ni películas, nada me hacía sentir bien. Por eso comencé a meditar, para educar a mi mente a que esté más tranquila para poder tomar mejores decisiones.

Y fíjense cómo funciona la mente, de cómoda, que aun sabiendo todo lo que aprendí en mi curso de neurociencias, no podía ver el valor de ese conocimiento ni mucho menos aplicarlo a mi vida, hasta que me cayó la ficha. De ahí siempre digo que podemos tener muchos cursos, capacitaciones e información, pero eso no sirve de nada si no lo aplicamos a nuestra vida.

El cerebro buscará TODOS los atajos para no cambiar, para quedarse en el mismo lugar.

En conclusión, para estar bien en tu vida, vas a tener que tomar decisiones que incomoden a otros. No pretendas cambiar sin conflicto. Porque tu cambio inevitablemente hará que los demás cambien el concepto o idea que tengan de vos y eso es lo que genera el mal-estar.

Una de las cosas que aprendí de esto último que les digo, es que así nos vamos ayudando unos a otros a cambiar, a transformarnos y sobre todo a vivir en coherencia con lo que sentimos y hacemos en nuestra vida. Lo que pasa, es que creemos que le hacemos mal o sufrir a los demás con nuestras decisiones y la pregunta es ¿y lo que vos sentís dónde queda? ¿para cuándo?

No te olvides, y sobre todo si sos adulto/a, a que hay personas que te observan. Quieras o no impactas en la vida de alguien y que mayor regalo para esas personas o tus hijos/as o sobrinos, que vean a una persona responsable de su vida, de su sentir, que se hace caso y actúa en consecuencia porque se ama, se elige y sabe lo que es mejor para su vida.

Todo pasa, todo se va acomodando. Luego de esos manotazos en el agua y la desesperación del momento, viene el entendimiento, el aprendizaje y la calma. Ahora tu vida está en otro lugar, más ameno y cómodo con lo que querés para éste momento de tu vida.

Si sentís que tu vida es un quilombo, da gracias, aunque no lo veas ahora, hay muchos regalos detrás de todos esos desafíos y es que todo se está reacomodando. Y no creas que te pasa solo a vos, nos pasa a muchos y hoy te puedo decir BIENVENIDO SEA, doy gracias a Dios por poder ver los conflictos y hacerme responsable de ellos.

“Las cosas que ocultamos, es lo que más tenemos en común. Compartir lo que nos pasa nos ayuda a no cargar solos con eso”

Paula Vera

Docente- Coach

Instagram @Sentir._ok