Dentro de la Aldea SOS de Oberá tambien funciona un Centro comunitario «Rinconcito feliz» para niños de 0 a 4 años donde contienen a unos 50 niños, pero con la función de acompañar a las familias. Más allá de eso, existen 21niños y jóvenes alojados en las casas de la Aldea, mayormente por disposición judicial y ante la falta de contención-o ausencias- de sus propias familias biológicas. Todo ellos conlleva gastos, que muchas veces se hace difícil afrontar.
«Los niños que tenemos en el Rinconcito son de barrios aledaños a la Aldea: Christen, Emsa, Ruff y la propia 3 esquinas, donde estamos. Acompañamos a las familias, para fortalecer la capacidad de cuidado desde una perspectiva de derechos, quienes pueden acercarse a estos espacios donde le brindamos actividades especificas», comentó Silvina Siechonowski, Directora de la Aldea SOS Oberá.
El otro desafío es mantener económicamente lo que implica la Aldea «Hace algunos años trabajamos en la sostenibilidad, buscando alterantivas para mantener este espacio, donantes individuales, empresas, subsidios, para lograr solventar el cuidado de estos niños alojados aqui que implica salud, educación, alimentos y cuidadss en gral», mencionó la responsable.
Dijo que muchos de los niños y jóvenes están aqui «por una medida judicial y también en cuidados alternativos, contamos con 565 participantes en fortalecimiento fliar tambien, la idea es que tengan un referente de contención, trabajar en la comunidad con ese aprendizaje», sostuvo.
En la Aldea, ubicada en el Barrio de 3 Esquinas, se cuenta con unas 10 viviendas. «Existen 14 cuidadoras, el año pasado una de ellas se jubiló luego de 35 años, ya es la abuela de muchos niños y la siguen visitando. Se trabaja mucho con los vínculos. Tenemos 21 chicos en 4 casas y 3 casas con jóvenes de pre egreso, programa que se desarrolló para chicos que crecieron dentro del dispositivo de cuidado alternativo y que al cumplir la mayoria de edad tienen que egresar, y alli viven solos en esas casas pero con referentes que los acompañan en sus actividades, sea en universidades o carreras superiores antes de la vida independiente», señaló.
En cuanto a la ayuda que reciben y quieren seguir sumando mencionó que «los donantes pueden ser anónimos, quien lo desee puede colaborar, es una causa maravillosa. Si desean conocer más del funcionamiento del lugar, tenemos páginas en redes y demás como Aldeas infantiles SOS».
Finalmente dijo que «el desafío actual es volver a repensarnos, cuáles son las nuevas necesidades que tenemos y cómo seguir luego de las dificultades que fuimos atravezando en pandemia», reflexionó.