Reflexiones entre equívocas y univocas: Filosofar Posadas -Cap 1- (por Juan Oviedo)

1.1 Posadas desde el proyecto colonialidad
Nuestro sistema cognoscitivo siempre pivotó en lo que pensamos y en lo que miramos, si se quiere -racionalismo y empirismo- quedan sintetizados ¡ahí!, por ello el mirar no es inocente o desprovisto de intenciones, por estar siempre -ofreciendo- información a nuestros circuitos neuronales y de esa forma, nuestro cerebro pueda operar.

Si señalamos la importancia del mirar, no le va a la zaga la importancia desde “donde” se mira, un mismo objeto puede significar algo distinto, por ejemplo, a la hora de mirar a Posadas, ésta pueda tener múltiples sentidos, aunque, tratemos con el mismo referente, así, podemos señalar primero, que tratamos con la capital de Misiones, segundo, un lugar de paso camino a la maravilla de las cataratas del Iguazú o parte del turismo misionero sumamente rico, tercero, la “nueva” Posadas con su centro exclusivo que la posiciona como una ciudad pujante. O nos situamos en la costanera en oposición al derrotero cotidiano de los alrededores de la Plaza 9 de Julio y barrios periféricos, donde habita la marginalidad y la pobreza, y, por último, comparta cierta -idiosincrasia con aquellos que buscan denodadamente separarse de sus antiguos habitantes “originarios”, a los que no se les concede ¡ninguna! oportunidad de cabal “integración”.

Por lo descrito, varias miradas pueden realizarse, una desde el proyecto Modernidad Colonialidad (1), la otra, desde el fenomenológico centrado en el hegelianismo (2) y por supuesto, hacerla partícipe en la disputa Modernidad-Posmodernidad (3), todos puntos de vistas filosóficos con un objetivo en común, Posadas como “objeto” a filosofar.

Ahora, una ciudad puede terminar por pasar desapercibida, fenómeno recurrente en sus propios habitantes, ¿la razón?, costumbre, familiaridad, contacto continuo etc. provoque el curioso hecho habitual de lo obvio, ¿y qué significa eso?, pues «Hay un momento en el cual aquello que nos parecía lo más obvio, el mundo, deja de ser tal. Entonces, después de un tiempo de ‘adaptación’, lo que nos llama la atención es cómo y por qué nos parecía tan obvio cuanto, de ninguna manera, lo es. El mundo no ha desaparecido ante nosotros, sigue siendo el mismo que era, en ese sentido no hemos perdido nada.

Salvo la obviedad. Y cuando esta aceptación ‘natural’ del mundo se transforma, por su propio desfondamiento, no sólo el mundo deja de ser ‘obvio’, sino que nosotros mismo dejamos de ser en él “algo natural”. Es decir, nosotros ya no somos tan obvios para nosotros mismos» (4). Y por ello el valor de mirar algo desde una distinta perspectiva, desnaturalice la costumbre, refresca la mirada, y vuelve
a posicionar en su lugar de privilegio, aquella -primera- inocencia.

Algo que puede ayudar a lo que deseamos -comunicar- es responder a la pregunta por ¡cómo conocí Oberá! No fue por su naturaleza ni su condición de ciudad turística ni comercial, sino por el ejercicio cultural de la ciudad con su “Feria del Libro” (5) pero con protagonistas no solo desde el participar institucional, sino por poetas y con esos lazos particulares que solo la poesía puede aportar, Oberá, siempre será un “referente” del hacer cultural centrado en el poetizar. Eso le otorgue un horizonte destacado que la eleva y la salve de quedar “atrapada” en las necesidades y obligaciones que toda ciudad implica, la contingencia por su diaria actividad, por el cual el ejercer señalado le permita trascender tal cotidianeidad funcional de ciudad, y -liberarse- por ese ejercitar poético de sus habitantes, creación en el nuevo decir que solo la poesía o el poetizar posicionan, porque si debemos hablar de arte, entonces,
podemos decir que esos escritores y poetas son creadores de la cultura en Oberá, particularizados entre otros por la presencia en nuestra memoria de la señora (Eli) Villavicencio, la vigencia de Rosa Peruzzo (Quitita), el permanente participar creativo del señor Aníbal de Grecia y el colaborar de siempre de la periodista (en la que brilla) de Gladys Acuña.

Entonces, una ciudad si bien es una racionalización, dependerá de sus habitantes y las fuerzas vivas que la habiten, ejercerla pero también, dejar un resquicio para que no aliene (6) a sus propios pobladores a ser lo que «no son» , “ser” meras entidades funcionales a una racionalidad instrumental de objetivos e intereses comerciales, financieros, municipales etc., y nos semblante el espíritu de un -ente- sumido en el deber, las obligaciones, fines inalterables que apresa a sus habitantes o, por el contrario, con gente “dueña” de ella, pues la condición cautiva o libre del obereño, implique un “cerrar” o un “abrir” al -emerger- de otras
condiciones que enriquezcan el devenir de un lugar y su condición de ciudad para con “sus” habitantes, turistas y visitantes.

Ahora, ¿qué tipo de ciudad es Posadas?, ¿cuál su ideario actual?, ha sido embellecida por adquirir cierta conciencia, -lugar de paso- al destino de la cataratas y ese embellecer, redunde en “beneficio” paisajístico y utilitario al propio posadeño., que le hace decir orgullosamente “mi ciudad” por su costanera moderna, Posadas es parte de un modelo que tiene como eje a la Modernidad, y al respecto es pertinente acudir como eje de análisis al proyecto Modernidad-colonialidad quien nos alerte acerca de algo, si bien formalmente -no somos- colonia, hay una manera de pensar y actuar con “valores” coloniales, por el cual se puede señalar una colonialidad del saber (7), se trata de un saber científico y eurocéntrico y desde ahí,
se interprete, entienda y se construya la realidad, el eurocentrismo como forma de conocimiento que no es más que una -racionalidad instrumental- y tecnocrática, productor de subjetividades e instaure como patrón epistemológico, la razón y la ciencia, lo que va en “detrimento” de saberes -como el originario-, que no son europeos y por lo tanto, no tenidos en cuenta.

De poder que implica la dominación colonial que europea sobre el resto del mundo, la colonialidad del poder (8) posiciona una dependencia histórico-estructural, explotación económica y dominio sobre las poblaciones sometidas a tal yugo y sumirlas a la experiencia de una -alienación histórica-.

Y una colonialidad del ser (9) apunta hacia un exceso ontológico que ocurre cuando seres particulares imponen sobre otros, de la imposición del blanco y europeo, al subordinar de indios, negros o mestizos americanos.

Los saberes de los pueblos originarios en este caso en la región de Posadas dadas por las comunidades mbya-guaraní (10). no son tenidas en cuenta, mientras que el desarrollo de su franja ribereña tuvo como objetivo generar un mercado inmobiliario para valorizar esas tierras y estructurar un poder económico dado por la herencia de hombre blanco, he aquí en Posadas su conjunción “oscura” y denuncia este mirar filosófico denominado Modernidad Colonialidad. Hecha la denuncia entonces, ¿cuáles serán las lternativas para superarlo? y en este punto, lo político irrumpa como posibilidad, pero fundamentalmente la concientización del colonialismo instalado y así, presionar a dirigentes, conductores, autoridades de cambios necesarios para combatir la desigualdad que la colonialidad ha provocado y sigue provocando.

Por lo tanto, el inicio de ese concientizar es -cultural y filosófico-, esa idea de cultura debe pivotar en el mismo sentido que se hace en Oberá, de apertura y de denuncia respecto a la desigualdad que reina en la generalidad, debe estar con la tierra y, sin embargo, con un eje tras otros horizontes y quedar presa de esa realidad mezquina, dominante y autoritaria que lo contingente enreda, la denuncia a esa realidad colonialista implique subvertir los valores impuestos de esa colonialidad y no quedar cautivos de ella.

Pero ¿hay tal hacer?, de -no haberlo- se deben crear las condiciones para -ese hacer-, así, música, pintura, poesía, escultura, obras de teatro, todos al unísono deben abrir las mentes denunciando esa forma instalada de mirar el mundo, de la caverna (11) ceñida en Posadas y definida como colonialidad-.

Pero ese eurocentrismo no solo irrumpe en Posadas provocando las contradicciones señaladas, sino que se perpetúa por operar en el -sistema educativo-, de colegios, escuelas, institutos y universidades, ellas educan, forman y enseñan autores europeos, y cuando se habla de latinoamericanos, como un Vargas Llosa, por ejemplo, con obras tales como «La ciudad y los perros», «La guerra del fin del mundo» y «Conversación en la catedral», se identifican elementos reflejando el legado colonial de lo social, la violencia y las desigualdades o la presencia de la colonialidad, algo indisimulable y se debe mostrar a
maestros, docentes y profesores, porque ellos mismos se encuentren bajo tal colonialidad, entonces, el “educador” debe ser -educado o reeducado- por aquellos que han “comprendido” el sistema en el que se encuentran.

La filosofía tiene ese eje de su tematizar posadeño, si bien existen pensamientos universalmente considerados y denuncien formas coercitivas, políticas, de desigualdad económica y social, como Marx, Foucault, Derrida y otros autores, se mantenga presente esa racionalidad instrumental (12) , no obstante, tales autores no revalorizaron el sustrato negado y destructor del colonialismo en la cultura de los pueblos “originarios”, lo que obliga a una doble tarea: señalar y a deconstruir tales formas del ejercer colonialista, por ello es pertinente tal “doble” tarea, primero, denunciar ¡cómo! se naturaliza en la consciencia de las personas, segundo, ofrecer focos de resistencia desde el plano de la cultura y las ideas, determinar nuevos magmas de representaciones tras un sistema simbólico al servicio de flamantes formas -culturales e idiosincráticas- y poder “refractar” la presente colonialidad instalada en Posadas.

Juan Oviedo


(1) Escobar, Arturo, Tabula Rasa, ISSN: 1794-2489 info@revistatabularasa.org Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca Colombia
(2) Hegel, Georg Wilhelm Friedrich, FENOMENOLOGIA DEL ESPIRITU (2ª ED.) FONDO DE CULTURA
ECONOMICA (MEXICO), año, 2017.
(3) La modernidad significa una nueva época y orientarse hacia el futuro, vinculándose con las ideas de progreso, emancipación, desarrollo, racionalidad, universalidad, libertad y la posmodernidad desafiando a los ejes de la ilustración, al sujeto moderno y la posibilidad misma de no poder alcanzar objetivamente la verdad como no creer en el alcance racional de conocimiento del mundo sosteniendo que el proyecto de la modernidad aparte de problemático ha concluido. (4) Pérez Pelayo, Lo obvio, Eikasia Revista de Filosofía, en pág. web: www.revistadefilosofia.org ›. (en línea)
(5) La Feria Provincial del Libro Oberá es una entidad civil sin fines de lucro con Personería Jurídica, creada para difundir y promocionar el libro y la lectura. En pág. Web: Feria Provincial del Libro Oberáferiadellibroobera.org.ar (en línea). Se debe destacar la organización llevada a cabo por la Sra. Peruzzo y la Sra. Gladys Acuña periodista del portal Meridiano 55 en la ciudad de Oberá.
(6) Marx, en su enfoque, denominó alienación a las distorsiones que causaba la estructura de la sociedad capitalista en la naturaleza humana. (7) El concepto de colonialidad fue desarrollado por primera vez por el sociólogo Aníbal Quijano.
(8)La noción de colonialidad del poder fue el término dispuesto por Quijano para caracterizar un patrón de dominación global propio del sistema-mundo moderno/capitalista originado con el colonialismo europeo a principios del siglo XVI.
(9) Es lo que Mignolo (2003) y Nelson Maldonado-Torres (2003) denominan la colonialidad del ser, entendida como “la dimensión ontológica de la colonialidad del ser y del saber: la mitologización del desarrollo en América Latina o AGO.USB Medellin-Colombia V. 10 N 1 PP. 1-276 Enero – Junio 2010 ISSN: 1657-803190 encuentro.
(10) Los Mbya Guaraní son un antiguo pueblo selvático de raíces amazónicas. En Pág. web www.misiones.tur.ar › pueblos-originarios, (en línea). (11) Remontándonos a Platón y su alegoría de la Caverna. (12) Para Max Horkheimer, de la Escuela de Frankfurt, el mayor favor que la razón puede hacer a la humanidad consiste en la denuncia de aquello que habitualmente recibe el nombre de razón. ¿Por qué? Porque la razón no ha sido una razón crítica, no nos ha llevado a buscar verdades que guíen o orienten la vida, no nos ha dado más autonomía y libertad, sino que se ha transformado en razón instrumental, en una herramienta de dominio y explotación de la naturaleza y una herramienta de dominio de unos sobre otros. En Pág. Web: Horkheimer – Xtecwww.xtec.cat › ~lvallmaj › taller › atcontem › i-raoin2 (en línea)