• 20/03/2025 18:01

Reflexiones entre equívocas y univocas: Estafa (por Juan Oviedo)

Se entiende como estafa a un tipo de “robo” en contra de la propiedad o del patrimonio, y provocado por formas tales como engaños, mentiras, trampas etc., son medios del cual se vale todo –estafador-, llama la atención que en esto de las “Criptoestafas” se eleven alarmas y voces señalando la posible culpabilidad de quien -nos preside-, algo “no” compatible con el sentido de gobernar, pero hay otro tipo de estafa donde no exista duda de culpabilidad de quien nos preside y sea, el de la “estafa moral”.

¿Cómo actúa un estafador moral? es simple, se muestra de una forma que en el fondo -no es-. Ofrece una imagen pública -sea esa- la que sea al servicio de sus intereses, llegar a todos los incautos quienes consumen y “creen” en lo que les dice, muestra, señala, promete, así, el estafador posiciona una ilusión y desde allí manipule a sus víctimas tras sus fines, y si lo comparamos con el otro tipo de estafa, en este tipo de estafa -no hay- dolo respecto a algo material como implica la propiedad o patrimonio alguno, por no estar en juego tal materialidad, porque lo que aquí se señala es acerca de alguien que “sabe” que su decir, no va a ser -llevado a cabo-, la estafa comienza con la mentira disfrazada como -promesa, condicional-, algo común y corriente en la clase política, pero ese -común y corriente- posicione el cáncer de la “inmoralidad” pero ¡no! en los políticos sino en aquellos que por naturalizar tales prácticas, no se -indignen-, ante el hacer inmoral de esos políticos.

¿Entonces?, que lo inmoral, -no solo- está en el estafador, sino en las victimas quienes posibilitan la “estafa” ante la promesa y el oportunismo de ganancias suculentas, rápidas, como el caso de las Criptoestafas, ¿quién hace posible al estafador?, el estafado, como también señalar ¿quién hace posible al mentiroso?, el crédulo y nos señala lo siguiente, no se puede poner “solo” la vara en el victimario, porque para ser -justos, honestos-, tal como exige todo -ámbito moral-, se debe hacer responsable a la víctima de su propia calamidad y lo peor, creador de la siguiente paradoja, que por su “condición de víctima” se transforme en nuestro ¡victimario!, por llevar a la presidencia de la Nación a los -estafadores morales-.

O caso crees que no tienes “responsabilidad” por ser un cómodo ¡crédulo votante!, eligiendo a sujetos sin dignidad, ni orgullo, ni decentes, ni responsabilidad etc. de victima a victimario ser la nueva cuestión.
¿Las Criptoestafas?, je, je, je, solo pavadas ante la ¡real estafa!

Juan Oviedo