• 19/04/2024 12:27

Múltiples Existencias: Trío sucio (por Manuel Díaz)

Mariana

Tigre me da miedo. Su nombre es Fabricio, pero nadie le llama así. Le dicen Tigre por la mirada que tiene; unos ojos brillantes que no vacilan por nada. Cuando me mira con tanta confianza me da la sensación de que puede hacer lo que quiere conmigo. Es aterrador. Acá en el basural siempre pasan cosas raras. El otro día Marcelo y él pelearon como dos animales porque encontraron una botella de coca con algo de líquido en el fondo. Los dos terminaron con la remera hecha pedazos y manchada con la sangre de la nariz de Marcelo. Tigre ganó, obvio, es el más fuerte. Por eso me asusta; siempre obtiene lo que quiere. Entonces, decidí quedarme cerca de Braian, el flaquito. Le dicen “Cara Pato” porque tiene labios gruesos. Son unos estúpidos porque en realidad es lindo. Ellos no entienden nada. Además, es un tierno. Es amable. Cuando quiere algo, pregunta antes de tomarlo, no como los demás que agarran todo lo que pueden. Es raro pero me gusta. Igual no me hago ilusión, si Fabricio viene él no me va a poder defender. No sé si es un cobarde, pero nunca le vi pelear.

Braian (Cara Pato)

Mariana me gusta. Se me acerca mucho últimamente y nos ayudamos mutuamente. A veces compartimos, cuando uno de los dos no encuentra nada. Es genial saber que no estás solo y podes contar con alguien. Ninguno de nosotros tiene padres, estamos todos solos en esta inmensidad de chatarra y basura, en la montaña de plástico. Es una mierda pero nadie se quiere ir, esa es la verdad. Que vamos a hacer afuera? No sabemos nada. Dicen que se cagan de hambre igual, y a parte tienen que laburar. Nosotros no laburamos, solo tenemos que estar atentos y saber cómo buscar, no lastimarnos, comer lo máximo posible antes de que la comida se pudra del todo. Algunos no aguantan y se enferman. Nosotros, los que quedamos, se ve que tenemos más resistencia frente a las bacterias. Solo hay niños que viven en el basural, eso me deja pensar a veces y se me tuercen las tripas, siento que me salta el corazón y me falta el aire. Después la veo a Mariana y me tranquilizo. Si uno le toca un pelo creo que podría matarlo. Guardo un pedacito de chapa en el bolsillo de atrás de mi bermuda, afilado como un cuchillo. Solo por las dudas.

Fabricio (Tigre)

A esta mina no le queda mucho tiempo de virginidad. A la primera oportunidad la agarro y me la llevo detrás de la pared azul donde quedan unos árboles y algo de pasto. Hay un espacio donde la puedo acostar y ella va a conocer lo que es bueno. Pero me molesta que ande siempre al lado del flaco Cara Pato. Un pelotudo que nunca abre la boca. Un día le voy a cagar bien a trompadas solo por el gusto. Y después me ocupo de ella. Conmigo va a estar bien, nunca le va a faltar nada. Si se porta bien, claro.