Los mismos vecinos preparan la merienda, atienden a los chicos, les dan alimento. Muchas mujeres-y tambien hombres-colaboran para que la necesidad no se «sienta tanto», como dicen. Los mismos vecinos quieren una huerta comunitaria y le van dando forma. Esta es la otra cara de la pobreza, cuando se recibe ayuda para salir adelante.
Un camión con mercadería llego desde el Ministerio de Desarrollo social de la Nación al Barrio San Miguel, el viernes por la mañana. La misma, será destinada al merendero que funciona en San Miguel y otro en Villa Ruff. De esta manera: aceite, arroz, cacao en polvo, dulce batata y de membrillo, leche y puré de tomate, se descargó en la vivienda de Sandra Vera, una de las referentes del lugar.
Hace poco menos de 2 semanas que funcionan los merenderos y tiene que ver con el pedido que realizaron los mismos tareferos cuando viajaron a Bs As con el “yerbatazo” a las autoridades de Nación.
“Esto es para 2 meses de uso de los comedores y un poco para la gente anotada, en estado mas vulnerable”, dijo Vera, quien añadió que “tenemos 104 chicos que meriendan aquí en San Miguel y en Villa Ruff,(donde está el otro referente Ramón Barboza), casi 100 chicos».
Señaló además Al Aire de la Mañana que “creo que irán aumentando los comensales por la situación de necesidad que hay, esto es solo un paliativo”, indicó.
Los dirigentes, además integran el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), adonde se sumaron recientemente.
Huerta comunitaria
Paralelamente, los vecinos también recibieron la visita de Claudio Vazquez, responsable del programa de pequeños productores de Vicegobernacion de la Provincia, quienes en u operativo efectuado semanas atrás en el Barrio, se habían comprometido a ayudarles a preparar una huerta comunitaria.
“Estamos implementando una huerta con vecinos del B San Miguel y 100 has. El estado busca estar presente y a través de este programa nuevo, armar una huerta comunitaria con la colaboración de los mismos vecinos”, dijo Vázquez.
Mencionó que “hoy acercamos las herramientas necesarias luego de que ellos buscaran el terreno (cerca de la escuela 819). En una próxima visita continuaremos haciendo seguimiento con el Ingeniero a cargo, de esta manera fortalecemos su huerta familiar para que todos puedan aprovecharlo. La denominamos huerta relámpago en barrios productivos, esto es, aprender rápido y trabajar en plantar y buscar su alimento y nutrición”, dijo Vázquez.
El viernes, los vecinos trabajaron preparando la tierra para sembrar próximamente.
