• 19/04/2024 02:06

Durante la cuarentena en la Unidad Penal II se trabaja con protocolos estrictos

Unidad Penal II

Desde la Unidad Penal II de Oberá, el Alcaide Inspector Héctor Aguilera explicó los protocolos con los que se trabajan con los internos que están privados de su libertad como con el personal que se encuentra trabajando diariamente en estos tiempos de pandemia por el coronavirus.

En comunicación con el programa El Aire de la Mañana, Aguilera señaló que el Personal que presta su servicio en la UPII, llega vestido de civil y luego de higienizarse se les controla la temperatura y un control médico de rutina. Luego de esto recién pueden ponerse el uniforme con el que estarán trabajando durante su turno. La utilización de alcohol en gel al ingresar a cada pabellón es fundamental, así como el uso permanente del barbijo mientras dure todo su horario de trabajo. El  trabajo de oficina, se realiza en grupos reducidos en dos turnos, mañana y tarde.

En cuanto a la población penal están prohibidas las visitas, aunque si está permitido el ingreso de mercaderías hasta el portón externo donde hay personal destacado para la recepción de estos elementos. Aguilera indicó, “lo que más le traen son cigarrillos, porque dentro de la Unidad Penal se les provee de otros víveres, como ser yerba, té o azúcar. Aparte de eso ellos tienen 4 comidas diarias a las que hemos reforzado las raciones”, explicó.

Consultado por la ansiedad de los internos debido a este aislamiento al no poder contar con las visitas el Alcaide dijo que constantemente se les brindan charlas con un equipo profesional que siguen las directivas y están constantemente informándose sobre cómo actuar ante esta realidad. Otra cuestión que destacó es el hecho de que se amplió el horario para la utilización del teléfono y se instaló una antena de internet para que los internos puedan hacer videollamadas controladas a través de una Tablet que les provee la Unidad Penal.

Aguilera señaló que la población de la Unidad Penal II en líneas generales es tranquila, “la gresca que hubo se dio entre jóvenes de 22, 23 años y 26 el otro. Esto pudo ser por la ansiedad que hace que ellos se desconocieran. La investigación que hicimos indica que se prestaron cosas, cuando tuvieron que ser devueltas se hablaron de mala manera y ahí comenzó el inconveniente. Después de eso no volvimos a tener problemas”.

La Unidad Penal II de Oberá, alberga unos 330 internos, de los cuales unos 40 están imputados en distintas causas esperando ser procesados o sobreseídos.